
Me gustó mucho la ambientación muy femenina y romántica. En la planta alta tienen un salon de eventos y también dan cursos de cocina.
Tienen una carta de día con desayunos, meriendas, ensaladas, pizzas, tartas, rolls y platos y otra carta de noche y muchas mesas.
Yo fui a la tardecita y ahora en otoño ya es oscuro pero también me imagino que el lugar debe ser muy lindo de día ya que tiene partes con iluminación natural.
Tomamos cafecito y una torta escondida de frutos rojos. Sin dudas otro de los cientos de lugares que tiene Buenos Aires para hacer una paradita y disfrutar de algo rico.





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