Una de las cosas que le falta a Buenos Aires es, a mi parecer, un lindo mercado al aire libre. Me da placer recorrerlos, parar en cada puestito, admirar los productos, probar alguna cosa y comprar algo para ir comiendo al paso. En el Ferry Building Marketplace de San Francisco probé las uvas y los duraznos más maravillosos que se imaginen, de hecho me doy cuenta de que ni fotos les saqué ya que estaba muy entretenida saboreándolos y sintiendo su aroma y maravillándome con su tamaño.
El mercado tiene un parte exterior y otra parte cubierta. La foto debajo esta tomada desde la barra de un lugar italiano donde tomamos unas limonadas y nos sentamos a descansar un rato.
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